Matt Mullican
"Repertorio simbolico"
El Pais, Espagne, 6 octobre 1990, p. 8
UNA NUEVA COSMOLOGIA.
Repertorio simbolico
La obra de Matt Mullican, en Europa
MANEL CLOT
Del reducido numero de artistas que trascendieron de forma bastante immediata
la presentación grupal del arte neoyorquino de los ochenta llevada a
cabo por Dan Cameron en la exposición El arte y su doble (1986),
quizá el que mas tardiamente se ha incorporado a los circuitos europeos
-tanto galeristicos como institucionales- ha sido Matt Mullican (Santa Mónica,
California, 1951). Sus anos en la costa oeste habrian de dar a su obra una muy
singular vision del trabajo artistico y sus relaciones con el entorno sociocultural.
En particular todo cuanto concierne a una cierta noción de los signos
de la comunicación como instrumentos de un proceso de artistificación
que alcanza a dimensiones tan poco usuales en otras areas como son la territorialidad
y la subjetividad. Esta son inherentes, por otra parte, a todo dispositivo especulativo
de cariz buscadamente teórico y comparativo.
La relativamente escasa presencia de sus obras en la escena europea se ve ahora
paliada con la gran exposición que el Magasin de Grenoble le dedica estos
dias, una muestra coproducida con el Droller-Muller Museum, de Otterloo; Portikus,
de Francfort, y la Fundación De Appel, de Amsterdam.
Reune cuatro series de sus trabajos que permiten de un modo harto elocuente
un acercamiento, no solo a lo que supone su obra en cuanto presencia material
y fisica, sino una explicitación esencial de lo que son sus puntos de
vista y sus concepciones teóricas, tanto artisticas como existenciales.
De algun modo, vienen a coincidir y a superponerse con tal nitidez que ambas
acaban deviniendo una sola manifestación de lo que el propio artista
define como una "cosmologia".
Es decir, un acercamiento fuertemente linguistico a una problemática
que parece participar tanto de una idea humanista de arte (heredera, a su vez,
de una situación epistemológica precartesiana de la que Foucault
hablaba en términos de un "orden terrestre como reflejo del orden
celeste"), como de los recursos que proporciona la moderna tecnologia,
por cuanto sus obras contienen de aproximación a un futurismo y un utopismo
de carácter renovador. La exposición de Mullican en Grenoble,
a pesar de presentarse bajo cuatro grandes series temáticas y formales,
constituye una excelente oportunidad para efectuar una unitaria lectura de su
trabajo. Y ello, a través del seguimiento de una especie de itinerario
que discurre bâsicamente par las zonas en las que se manifiestan los entresijos
de la condición del hombre, a partir de la ordenacion y sistematización
de unos simbolos, unos colores y unas imágenes a los que previamente
se ha dotado de un valor significante propio y especifico, para asi constituir
la representaciôn de la cosmologia que estâ en el centro
de la reflexión del artista.
Perspectivas
Ese itinerario permite analizar la obra de Mullican desde varias perspectivas
propuestas desde su propia metodologia operativa: el valor de la ciudad (The
City) como emblema y modelo de ordenación y campartamiento trabajado
en 16 paneles luminosos: con imágenes de sintesis por ordenador, o bien
a través de la construcción de una estructura de cemento
que representa esa planificación topológica de la ciudad ideal;
la presencia de banderas concebidas a modo de pantalIas en las que disponen
ordenadamente una extensa tipologia simbólica (una serie de criptogramas
planos procedentes de glosarios signicos de diversa indole,junto a otros creados
por el propio artista, y entre los que se incluye el que le sirve para designarse
a él mismo); la función de los colores como representación
clave de los cinco niveles que constituyen su mapa cosmológico (una funcionalidad
representativa a los colores, que en algun sentido remite a procesos similares
puestos en marcha por Bruce Nauman en algunas de sus esculturas de los anos
setenta); y la traducción de esos cinco niveles de actividad (la materialidad
de las cosas, la actividad cotidiana, la artistica y cientifica, et lenguaje
como ente genérico, y la actividad espiritual) en materiales y construcciones
que participan tanto del campo de la instalación como del de la recreación
de espacios vitales, algunos de los cuales pertenecen claramente a ámbitos
y entornos fisicos de su propia actividad artistica.
Desde la idea de un cierto futurismo utópico presente en sus obras referidas
a la arquitectura, camo desde una recuperación antropologica de la noción
de vestigio, del hallazgo o de los restos de los ambientes espaciales que rodean
a las humanos, la obra de Mullican responde en su
esencia a la necesidad de establecer algunos de los parametros por los cuales
se desarrolla la vida del sujeto, sus actividades, sus influencias, su relación
con el mundo, su camparaciôn con un incierto universo espejeante y, en
suma, su propia condiciôn existencial.
Manel Clot