"Francesc Abad desarrolla su obra «Solo cum solo» en Grenoble"
Diario de Terrassa, Terrassa, Barcelona, Julio 1994
Francesc Abad es uno de los artistas terrassenses con mayor prestigio intemacional. En la actualidad, se encuentra enfrascado en la realización de «Solo cum solo», una gran instalación que se inaugurará el próximo 8 de octubre en Le Magasin, un prestigioso centro cultural de la ciudad francesa de Grenoble. El proyecto fue seleccionado para representar a Catalunya en «Carambolage», una iniciativa del programa «Quatre motors d'Europa», que desarrollan conjuntamente las regiones de Catalunya, Rhône-Alpes, Lombardía y Baden-Württemberg a las que ahora se ha añadido la canadiense de Ontario.
Este artista conceptual trabaja ahora en uno de sus proyectos más ambiciosos, una instalación sobre la soledad
CULTURA
«Carambolage» es una especie de exposición colectiva anual, que reúne trabajos de cinco artistas --une por cada «motor d'Europa»-. La primera edición tuvo lugar en 1993 en Baden-Baden (en el «land» alemán de Baden-Württemberg), y este año tendrá lugar en Grenoble (Rhône-Alpes), en el centro cultural Le Magasin. Al concurso para representar Catalunya en «Carambolage-2» se presentaron unos ocho proyectos, y el jurado seleccionó «Solo cum solo» («en perfecta soledad» en latín), del terrassense Francesc Abad.
Este artista de nuestra ciudad, de larga trayectoria y cIasificable dentro de las tendencias conceptuales, trabaja siempre sus obras e instalaciones «in situ», en el mismo lugar donde el público va a verlas. «No soy un artista de estudio, ni tengo mentalidad de taller, que no existe para los conceptuales. Siempre trabajo sobre ideas, no sobre objetos.»
De forma que Abad ha estado ya en dos ocasiones en Grenoble, y volverá en agosto, por un par de semanas, para ultimar los detalles De hecho, «Solo cum solo» parte de la línea habitual en sus proyectos, pero también de las características físicas de la ciudad de Grenoble, y de Le Magasin, «que ocupa el ediflcio de un antiguo hospicio, y proporciona una imagen muy solitaria y de silencio», afirma.
Así pues, Abad se propuso la reconstrucción a tamaño natural de seis habitaciones del hospicio -incluyendo camas y colchones-, con un espacio central ocupado por dos imágenes centrales. A través de ello, se desarrolla una serie de reflexiones alrededor de un concepto del filósofo Martin Heidegger -«hemos sido lanzados al mundo para hacernos, para construirnos»-, «con una carga poética y filosófica muy fuerte».
Cada habitación contiene unas imágenes referenciales a una serie de temas. En la primera, podrá verse una fotografía de Simone Weil, una escritora y activista que participó en las Brigadas Internacionales de la Guerra Civil española y que siempre luchó en favor de los oprimidos y los obreros. Como en las otras, se complementa con referencias al paisaje, «que suelo usar como ruptura de la ignorancia en que existe».
El pan es el tema de la segunda habitación. Un alimento que «antiguamente, la gente de la montaña hacía una vez al mes, y lo marcaban con unas herramientas para distinguir sus piezas».
Abad ha querido dedicar la tercera habitación al campo de concentración nazi de Auswitch, porque Heidegger, que fue acusado de simpatizar con el nacionalsocialismo, «en toda su obra, no dedicó una sola línea a algo tan monstruoso como el holocausto. ¿Por qué este olvido?». «Auswitch» es, en este apartado, el nombre que aparece, rascado en el suelo, en una fotograflía.
Prometeo, aquel que, según la mitología griega, robó cl fuego a los dioses «para que el hombre empezara a hacer su historia», es el protagonista de la cuarta sección. Abad busca para ella cañahejas («ferula comunis»), una planta que se utilizaba, siglos ha, para transportar el fuego de un lugar a otro.
La quinta habitación hace referencia a los conceptos de antigüedad y modernidad. Ofrecerá, así, imágenes de Grenoble, de un museo y del acelerador de partículas, único en Europa, que existe en esta ciudad. Un apunte de que «a menudo olvidamos que, en el interior de cada partícula, de cada cosa por pequeña que sea, existe una historia». La sexta incluirá exclusivamente reflexiones sobre la naturaleza, con un fajo de troncos reales.
La doble parte central juega con otro concepto de Heidegger, «geworfenbeit entwurf». Bajo la palabra «geworfenbeit», una fotografIía de gran tamaño de Sant Llorenç del Munt, impresa en tela, sobre la cual se insertan otras dos imágenes: las botas de antiguos campesinos; y el terror de un anciano y un niño en Sarajevo. «Serían el espacio de la lentitud, la construcción.» Más allà, y por debajo de «entwurf», las imágenes y el sonido de unos soldados en desfile. Estas imágenes de la parte central se presentan bajo una forma poco convencional. En principio, el espectador sólo ve las palabras alemanas y las paredes blancas. Pero, al acercarse, el calor de su cuerpo activará una célula fotoeléctrica que proyecta las imágenes.